El estrés ocupacional desde el punto de vista del comportamiento, debe ser entendido como una reacción adaptativa a las circunstancias y demandas del medio laborla y no laboral con el cual el trabajador está interactuando, es decir, que el estrés es un impulsor para la acción, que impulsa a la persona a responder a los requerimientos y exigencias del entorno "estrés positivo".
Sin embargo cuando el ambiente laboral que rodea un trabajador impone un número de respuestas para las cuales el trabajador no se encuentra capacitada o no posee las habilidades para enfrentar, se convierte en un riesgo para la salud "distress o estrés de consecuencias negativas".
Son múltiples e innumerables los posibles factores estresores existentes en el medio laboral, estos comprenden aspectos como:
Físicos,
Ergonómicos,
Del Medio Ambiente de Trabajo,
De La Organización y Contenido del Trabajo, y
Los Inherentes a las Relaciones Interpersonales de Trabajo, entre Otros.
Lo anterior permite establecer que sí existe un equilibrio entre las condiciones del trabajo y los factores humanos, el trabajo puede incluso crear sentimientos de confianza en sí mismo, aumento de la motivación, de la capacidad de trabajo y un mejoramiento de la calidad de vida.
Pero un desequilibrio entre las exigencias del medio laboral por una parte y las necesidades y aptitudes por otra, pueden generar una mala adaptación laboral, presentando como posibles consecuencias respuestas no adaptativas laborales de tipo emocional, fisiológico y de comportamiento.
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