El ambiente físico de interacción
social de las personas en su vida diaria personal, familiar, de trabajo, de
estudios, en sus diversos roles, juega
un papel importante en diversos aspectos de la salud: espacios reducidos,
carentes de iluminación o ventilación pueden afectar la salud y por ende el
bienestar de quienes habitan ahí.
Pero no solo estas condiciones
pueden hacerlo. De acuerdo a diversas investigaciones, existen una serie de
factores que pueden afectar la salud mental de las personas. Sorprendentemente,
los espacios abiertos podrían no ser tan efectivos. No obstante, este tipo de
espacios sabemos ahora también elevan el número de distracciones y pueden ser
un reto para personas que tienen dificultades para concentrarse.
El estudió del efecto que había
tenido la transición de un espacio reducido a uno abierto arrojaron como resultado que el nuevo espacio
- abierto - era disruptivo (en un sentido negativo), estresante, incómodo y en
lugar de promover la cercanía entre colaboradores hacía que éstos se sintieran
distantes, insatisfechos y resentidos. El bienestar disminuyó.
Aunque a menudo los espacios
abiertos se convertían en un símbolo de estatus y hacían sentir a quienes
habitan ahí en una persona relajada e innovadora, también afectaban los
periodos de concentración, la productividad, el pensamiento creativo y la
satisfacción. Comparados con los espacios tradicionales, las personas experimentaron
más interacciones no controladas, mayores niveles de estrés y menores niveles
de concentración y motivación. Las interrupciones parecían afectar el bienestar
y esto en mayor medida afectaba a los de mayor edad.
Los espacios cerrados, de acuerdo
con lo anterior, promueven la "privacidad psicológica" la cual a su
vez está relacionada con una mejora de la calidad de vida. Otros estudios
señalan que la habilidad para controlar los elementos del ambiente, como la luz
o la temperatura puede tener efecto en la cohesión de personas, grupos, equipos
y colectivos y la satisfacción; por otro lado, también se encontró que el
número de personas que habitan en un solo espacio incrementa también las
probabilidades de enfermarse, por ejemplo en un contagio de influenza o
cualquier otra afección viral
Además del impacto que genera el
ambiente físico, el ambiente emocional de trabajo es clave para la salud y
bienestar.
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