En forma general se puede agrupar en cuatro categorías las principales deficiencias de los usuarios y que deberían ser consideradas en el diseño, además de que pueden no ser excluyentes entre sí:
Visuales.
Visuales.
Dentro de las que se puede mencionar la ceguera, visión reducida, y los problemas de visualización del color.
Auditivas.
Que aunque tienden a ser poco limitantes en el acceso, al incorpora pocos elementos sonoros; sin embargo, en los diseños que si lo incorporen es necesario proporcionar medios alternativos de información al usuario y no depender únicamente del sonido.
Motrices.
Motrices.
Relacionadas con la capacidad de movilidad del usuario, que implica contar con dispositivos de interacción diferentes a los tradicionales, como los teclados y botones, que puedan ser activados por la voz, o con alguna otra parte del cuerpo que no presente una deficiencia motriz, como puede ser la boca o los pies.
Cognitivas y de lenguaje.
Con las que los usuarios tienen problemas en el uso del lenguaje, de memoria, etcétera.
Conclusiones
También hay que considerar que estas limitaciones o discapacidades pueden ser temporales; cuando una persona "normal" sufre un accidente y requiere permanecer por un tiempo en silla de ruedas, con un brazo inmobilizado o una mano vendada, por alguna enfermedad se ve temporalmente reducido en su capacidad visual o auditiva, o simplemente se encuentra en un ambiente de iluminación muy baja o ruidoso, se encuentra en una situación de disminución de sus capacidades y puede requerir de hacer uso de las tecnologías de la información.
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