La salmonelosis humana es una enfermedad infectocontagiosa producida por enterobacterias del género Salmonella..
La salmonelosis es un conjunto de enfermedades producidas por el género microbiano Salmonella. No todas las especies, cepas o serotipos reconocidos tienen igual potencial patogénico. Los principales agentes etiológicos corresponden a Salmonella typhi, Salmonella paratiphi, Salmonella thyphimurium y Salmonella enteritidis2.
Son bacilos Gram negativos, anaerobios facultativos de la familia Enterobacteriaceae. Se encuentran fundamentalmente asociados a la flora intestinal y, por ello, a aguas y alimentos que hayan contactado con material fecal. Producen grandes cantidades de gas durante la fermentación de azúcares, y llevan a cabo una fermentación ácido mixta, produciendo gran cantidad de productos ácidos y gases.
El principal reservorio de la Salmonella es el tracto intestinal de aves domésticas y silvestres. Destacan especialmente gaviotas, palomas, pavos, patos, loros y aves costeras3.
Con el término "salmonelosis" se engloban cuadros clínicos distintos: la "fiebre tifoidea", producida por S. typhi o S. paratyphi (salmonelas tíficas), y las "salmonelosis no-tifoideas", producida por otras subespecies (salmonelas no-tifoideas).
Es de obligada mención reseñar que, mientras que en América el "tifus" es la enfermedad producida por Rickettsia prowazecki, en España, "tifus" también puede referirse a las fiebres tifoideas producidas por Salmonella.
El agente causal de la fiebre tifoidea/paratifoidea es Salmonella typhi o Salmonella paratyphi tipos A, B y C (que causan cuadros más leves).
Se adquiere procedente de otro enfermo o de un portador asintomático mediante alimentos o agua contaminados.
Su prevalencia es baja en Occidente y más alta en los países del tercer mundo. Son especialmente susceptibles los niños menores de 1 año. Actualmente están apareciendo resistencias al tratamiento, lo que complica considerablemente la curación.
El tiempo de incubación de la enfermedad varía de 3 a 21 días, dependiendo del inóculo, edad, salud y demás características del paciente.
Salmonelosis no tifoidea
Los agentes causales más frecuentes son: Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium. Su prevalencia aumenta considerablemente en verano y es especialmente en ancianos, niños e inmunodeprimidos. También reviste mayor gravedad cuando coexiste con otras enfermedades con otros patógenos como la bartonella, la malaria o parásitos.
Sus reservorios principales son los animales, entre los que destacan los reptiles, las mascotas (gatos y perros sobre todo) y diversas aves. Su transmisión depende fundamentalmente de productos contaminados:
Debe notificarse inmediatamente el hallazgo a Medicina Preventiva.
La Organización Mundial de la Salud ha tomado diversas directrices para impedir la expansión de cepas resistentes a antibióticos mediante las siguientes medidas:
1. Control de las aves reproductoras.
2. Control microbiológico de alimentos y agua.
3. Control de la producción avícola y su ambiente.
También deben tratar los animales, como los bovinos, principal reservorio de S. typhimurium6.
Es muy importante también vigilar la industria alimentaría, durante toda la cadena productiva, incluida la manipulación de la materia prima y del producto final. Los productos lácteos deberán ser muy controlados y someterse a pasteurización antes del consumo humano.
Es una enfermedad de declaración obligatoria, esto contribuye a detectar los casos a tiempo antes de que se produzcan epidemias.
La salmonelosis es un conjunto de enfermedades producidas por el género microbiano Salmonella. No todas las especies, cepas o serotipos reconocidos tienen igual potencial patogénico. Los principales agentes etiológicos corresponden a Salmonella typhi, Salmonella paratiphi, Salmonella thyphimurium y Salmonella enteritidis2.
Son bacilos Gram negativos, anaerobios facultativos de la familia Enterobacteriaceae. Se encuentran fundamentalmente asociados a la flora intestinal y, por ello, a aguas y alimentos que hayan contactado con material fecal. Producen grandes cantidades de gas durante la fermentación de azúcares, y llevan a cabo una fermentación ácido mixta, produciendo gran cantidad de productos ácidos y gases.
El principal reservorio de la Salmonella es el tracto intestinal de aves domésticas y silvestres. Destacan especialmente gaviotas, palomas, pavos, patos, loros y aves costeras3.
Con el término "salmonelosis" se engloban cuadros clínicos distintos: la "fiebre tifoidea", producida por S. typhi o S. paratyphi (salmonelas tíficas), y las "salmonelosis no-tifoideas", producida por otras subespecies (salmonelas no-tifoideas).
Es de obligada mención reseñar que, mientras que en América el "tifus" es la enfermedad producida por Rickettsia prowazecki, en España, "tifus" también puede referirse a las fiebres tifoideas producidas por Salmonella.
El agente causal de la fiebre tifoidea/paratifoidea es Salmonella typhi o Salmonella paratyphi tipos A, B y C (que causan cuadros más leves).
Se adquiere procedente de otro enfermo o de un portador asintomático mediante alimentos o agua contaminados.
Su prevalencia es baja en Occidente y más alta en los países del tercer mundo. Son especialmente susceptibles los niños menores de 1 año. Actualmente están apareciendo resistencias al tratamiento, lo que complica considerablemente la curación.
El tiempo de incubación de la enfermedad varía de 3 a 21 días, dependiendo del inóculo, edad, salud y demás características del paciente.
Salmonelosis no tifoidea
Los agentes causales más frecuentes son: Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium. Su prevalencia aumenta considerablemente en verano y es especialmente en ancianos, niños e inmunodeprimidos. También reviste mayor gravedad cuando coexiste con otras enfermedades con otros patógenos como la bartonella, la malaria o parásitos.
Sus reservorios principales son los animales, entre los que destacan los reptiles, las mascotas (gatos y perros sobre todo) y diversas aves. Su transmisión depende fundamentalmente de productos contaminados:
Debe notificarse inmediatamente el hallazgo a Medicina Preventiva.
La Organización Mundial de la Salud ha tomado diversas directrices para impedir la expansión de cepas resistentes a antibióticos mediante las siguientes medidas:
1. Control de las aves reproductoras.
2. Control microbiológico de alimentos y agua.
3. Control de la producción avícola y su ambiente.
También deben tratar los animales, como los bovinos, principal reservorio de S. typhimurium6.
Es muy importante también vigilar la industria alimentaría, durante toda la cadena productiva, incluida la manipulación de la materia prima y del producto final. Los productos lácteos deberán ser muy controlados y someterse a pasteurización antes del consumo humano.
Es una enfermedad de declaración obligatoria, esto contribuye a detectar los casos a tiempo antes de que se produzcan epidemias.
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