Trabajar en el sector servicios puede incrementar hasta un 58% la posibilidad de sufrir un riesgo mayor de accidente cerebrovascular.
Se definen como estresantes los trabajos muy exigentes (presión por las
fechas límite, carga psicológica, demandas múltiples...) y poco
controlables, es decir, en los que se dan situaciones poco predecibles.
Los accidentes cerebrovasculares más comunes entre los trabajadores estresados son las isquemias, causadas por la obstruccion del flujo sanguinero, que dificultan el acceso de la sangre al cerebro. Aunque las hemorragias cerebrales son un tipo de accidente
cerebrovascular menos común que las isquemias, el análisis encontró que
también lo sufren más las personas con empleos estresantes: estas tenían
un 22% más de riesgo de hemorragia cerebral que los que tienen empleos
más tranquilos. En las mujeres, el porcentaje aumenta hasta el 33%.
“Tener un trabajo estresante siempre se ha vinculado con enfermedades cardiacas,
pero hasta ahora las investigaciones que relacionan el estrés y los
accidentes cerebro vasculares habían mostrado resultados
inconsistentes”, asegura Dingli Xu, una de las responsables del metaanálisis, según un análisis de seis grandes estudios realizado por la Academia Americana de Neurología.
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