La evaluación de Riesgos Genotóxicos, aplica el Test de Ames permite detectar si un alimento, medicamento, droga, suplemento alimenticio, pesticida, o compuesto químico en general consumido o usado por el ser humano, presenta riesgos de producir cáncer o mutaciones genéticas.
Con la puesta en marcha la evaluación de Riesgos Genotóxicos se potencia la entrada de los productos de exportación a los mercados más exigentes del mundo y como consecuencia, optimiza los procesos productivos, calidad y confiabilidad de la industria nacional de alimentos e insumos, consumidos o usados por el ser humano, otorgando transparencia al mercado y protegiendo la salud pública y el medio ambiente de los potenciales peligros de mutaciones genéticas o carcinogenecidad.
Además de su validez y reconocimiento planetario, dicho Test presenta otras ventajas adicionales para los empresarios que someterán a análisis a sus productos, puesto que es el sistema más económico de detección de mutagenecidad y carcinogenecidad debido a que usa sistemas bacterianos y no animales mayores para el ensayo. Además es rápido, debido a la alta velocidad de reproducción del sistema biológico usado: bacterias.
En relación con su efectividad, el test de Ames entrega alta confiabilidad en sus resultados debido a la extensa evidencia científica acumulada sobre la elevada correlación entre la mutagenecidad detectada en este sistema y la probabilidad de inducción de cáncer. Este sistema posee además una alta estandarización para detectar falsos negativos.
El Test de Ames (Salmonella/mammalian-microsome mutagenecity test) fue desarrollado y publicado en 1971 por Bruce N. Ames. Al poco tiempo después se descubrió una alta correlación entre cáncer y los resultados positivos de este test; lo cual, llevó a un explosivo desarrollo de la industria del Test de Ames, constituyéndose en el test más importante para la detección de riesgos de mutagénesis/cáncer inducido por compuestos químicos.
Dando comienzo así, al rápido desarrollo del uso comercial de este test usando un sistema internacional estandarizado para la ejecución de ensayos de laboratorio certificados denominado Good Laboratory Practices (G.L.P.) Entre 1975 y 1980, la mayor parte de las empresas farmacéuticas y alimenticias de los países desarrollados establecieron sus propias empresas del Test de Ames, al igual que, a nivel de sus Ministerios de Salud, Agricultura, Medio ambiente, etc. Más aún, consorcios económicos no relacionados con estos rubros, también establecieron sus propias empresas del Test de Ames, por ejemplo, en Japón el Nomura Stock Exchange, Sumitomo, Mitsubishi, etc. Las ventajas de este test son economía, simplicidad y confiabilidad.
El test de Ames se basa en el uso de cepas bacterianas para detectar in vitro mutaciones (cambios heredables) en el DNA, se usan 5 cepas bacterianas que permiten detectar tipos de daños al genoma (cambio de una base nucleotídica por otra y corrimiento del marco de lectura). Además, se usa el extracto microsomal de hígado de rata (en humanos tenemos las mismas enzimas que metabolizan los productos que llegan a nuestro sistema digestivo); con lo cual, si un compuesto ingerido en o con el alimento por el ser humano es metabolizado y se transforma en mutagénico / cancerígeno, este sistema lo puede detectar en este test. El test con y sin la fracción microsomal de hígado se repite 3 veces y en triplicado para cada dosis de la muestra en estudio, con controles positivos y negativos.
Con la aplicación del test de Ames se garantiza apropiadamente, diseños de estudios actualizados, reporte y estudio sin atraso e interpretación de los resultados en el contexto de seguridad del producto y de las regulaciones vigentes a nivel internacional.
Con la puesta en marcha la evaluación de Riesgos Genotóxicos se potencia la entrada de los productos de exportación a los mercados más exigentes del mundo y como consecuencia, optimiza los procesos productivos, calidad y confiabilidad de la industria nacional de alimentos e insumos, consumidos o usados por el ser humano, otorgando transparencia al mercado y protegiendo la salud pública y el medio ambiente de los potenciales peligros de mutaciones genéticas o carcinogenecidad.
Además de su validez y reconocimiento planetario, dicho Test presenta otras ventajas adicionales para los empresarios que someterán a análisis a sus productos, puesto que es el sistema más económico de detección de mutagenecidad y carcinogenecidad debido a que usa sistemas bacterianos y no animales mayores para el ensayo. Además es rápido, debido a la alta velocidad de reproducción del sistema biológico usado: bacterias.
En relación con su efectividad, el test de Ames entrega alta confiabilidad en sus resultados debido a la extensa evidencia científica acumulada sobre la elevada correlación entre la mutagenecidad detectada en este sistema y la probabilidad de inducción de cáncer. Este sistema posee además una alta estandarización para detectar falsos negativos.
El Test de Ames (Salmonella/mammalian-microsome mutagenecity test) fue desarrollado y publicado en 1971 por Bruce N. Ames. Al poco tiempo después se descubrió una alta correlación entre cáncer y los resultados positivos de este test; lo cual, llevó a un explosivo desarrollo de la industria del Test de Ames, constituyéndose en el test más importante para la detección de riesgos de mutagénesis/cáncer inducido por compuestos químicos.
Dando comienzo así, al rápido desarrollo del uso comercial de este test usando un sistema internacional estandarizado para la ejecución de ensayos de laboratorio certificados denominado Good Laboratory Practices (G.L.P.) Entre 1975 y 1980, la mayor parte de las empresas farmacéuticas y alimenticias de los países desarrollados establecieron sus propias empresas del Test de Ames, al igual que, a nivel de sus Ministerios de Salud, Agricultura, Medio ambiente, etc. Más aún, consorcios económicos no relacionados con estos rubros, también establecieron sus propias empresas del Test de Ames, por ejemplo, en Japón el Nomura Stock Exchange, Sumitomo, Mitsubishi, etc. Las ventajas de este test son economía, simplicidad y confiabilidad.
El test de Ames se basa en el uso de cepas bacterianas para detectar in vitro mutaciones (cambios heredables) en el DNA, se usan 5 cepas bacterianas que permiten detectar tipos de daños al genoma (cambio de una base nucleotídica por otra y corrimiento del marco de lectura). Además, se usa el extracto microsomal de hígado de rata (en humanos tenemos las mismas enzimas que metabolizan los productos que llegan a nuestro sistema digestivo); con lo cual, si un compuesto ingerido en o con el alimento por el ser humano es metabolizado y se transforma en mutagénico / cancerígeno, este sistema lo puede detectar en este test. El test con y sin la fracción microsomal de hígado se repite 3 veces y en triplicado para cada dosis de la muestra en estudio, con controles positivos y negativos.
Con la aplicación del test de Ames se garantiza apropiadamente, diseños de estudios actualizados, reporte y estudio sin atraso e interpretación de los resultados en el contexto de seguridad del producto y de las regulaciones vigentes a nivel internacional.
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ReplyDeleteShort but very precise info… Thanks for sharing this one.
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