Para entender el fenómeno de las 'e-drugs', hay que empezar por decir que el cerebro emite frecuencias eléctricas que están por debajo de los 30 hertz.
Los rangos de frecuencia determinan los estados de actividad del cerebro; por ejemplo, cuando éste tiene una frecuencia de entre 0 y 5 hertz, hay sueño profundo (estado delta); entre los 4 y 8 hay aletargamiento (theta); entre 8 y 14 hay estado de alerta (alfa), pero relajado, y entre los 14 y los 30 es un estado de gran alerta (beta).
Lo que busca la música es tratar de modificar a voluntad el estado del cerebro, y en este caso llevarlo al rango de los 8 a los 14 hertz, lo que se logra con pulsos binaurales.
Con audífonos independientes se pone a un oído a escuchar a una frecuencia diferente, pero cercana, a la que se oye por el otro.
Por ejemplo: si se pone a oír por el oído izquierdo un sonido de 400 hertz y por el derecho un sonido a una frecuencia de 410 hertz, en el cerebro se produce un sonido aparente de 10 hertz. Eso se conoce como pulso binaural.
Se cree que si por un tiempo prolongado, y con un entrenamiento, el estímulo persiste, se logra que el cerebro modifique su frecuencia y funcione a 10 hertz; de este modo se ubica en el estado de relajación.
En esta condición se pueden estimular algunas zonas del cerebro que producirían sensaciones de euforia, de somnolencia, similares a las que se adquieren bajo la influencia del alcohol, e incluso de tipo sexual. Hasta ahora no hay evidencia sobre su verdadero efecto y tampoco certeza sobre si produce adicción, lo que ocurre es que, buscando efectos placenteros, la gente tiende a repetir su uso.
Los rangos de frecuencia determinan los estados de actividad del cerebro; por ejemplo, cuando éste tiene una frecuencia de entre 0 y 5 hertz, hay sueño profundo (estado delta); entre los 4 y 8 hay aletargamiento (theta); entre 8 y 14 hay estado de alerta (alfa), pero relajado, y entre los 14 y los 30 es un estado de gran alerta (beta).
Lo que busca la música es tratar de modificar a voluntad el estado del cerebro, y en este caso llevarlo al rango de los 8 a los 14 hertz, lo que se logra con pulsos binaurales.
Con audífonos independientes se pone a un oído a escuchar a una frecuencia diferente, pero cercana, a la que se oye por el otro.
Por ejemplo: si se pone a oír por el oído izquierdo un sonido de 400 hertz y por el derecho un sonido a una frecuencia de 410 hertz, en el cerebro se produce un sonido aparente de 10 hertz. Eso se conoce como pulso binaural.
Se cree que si por un tiempo prolongado, y con un entrenamiento, el estímulo persiste, se logra que el cerebro modifique su frecuencia y funcione a 10 hertz; de este modo se ubica en el estado de relajación.
En esta condición se pueden estimular algunas zonas del cerebro que producirían sensaciones de euforia, de somnolencia, similares a las que se adquieren bajo la influencia del alcohol, e incluso de tipo sexual. Hasta ahora no hay evidencia sobre su verdadero efecto y tampoco certeza sobre si produce adicción, lo que ocurre es que, buscando efectos placenteros, la gente tiende a repetir su uso.
La alternativa a las E- drugs y otras tantas es la meditacion trascendental en la cual se puede obtener un estado profundo de relajacion mediante tecnicas de control y de respiracion, obvio, que si quieres estar siempre en un estado asi se produce adiccion.
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